Como Subdirector General de Convenios se encontró con una situación para él inexplicable. España era uno de los países que menos Tratados multilaterales había suscrito. Tras mucho dar vueltas encontró finalmente la explicación: simplemente el muro infranqueable de la burocracia. Aplicó el remedio correspondiente y a los pocos años España fue felicitada por haber pasado a convertirse en uno de los países punteros en la actividad convencional de dichos organismos. En este libro da a conocer algunos de los resultados de su combate para burlar la pesada losa burocrática.

Este libro se ha escrito con la intención de hacer un balance del contencioso hispano- británico con motivo del 300 aniversario del Tratado de Utrecht por el que, en 1713, se cedió una parte de la actual Colonia. El autor ha desempeñado tres destinos, como diplomático de carrera, relacionados con Gibraltar. El más intenso, fue el de Delegado Especial del Ministerio de Asuntos Exteriores, in situ, de 1979 a 1984. Fruto señero del cual, es el actual libro. Llega en él a la conclusión de que España dispone de las bazas necesarias para ganar la partida de Gibraltar. Pero que esto no es solo cuestión de cartas. Se requiere un jugador conocedor del juego y con voluntad sostenida de ganarlo. España en estos 300 años solo se ha comportado como tal durante a penas dos décadas continuadas a lo largo de la historia. Cuando ya tenía la partida casi ganada decidió inexplicablemente romper la baraja y dejar la mesa en manos británicas. Martel ha tratado de fabricar un libro ameno, escrito en tercera persona, lleno de anécdotas y con dos personajes: el propio autor y un imaginado gibraltareño residente en España con el que, en dialogo fluido, desmenuza el problema y sus avatares.

Como Cónsul General de España en Miami sufre vértigo cuando se abren ante él las profundas cloacas del Estado al que con tanto entusiasmo ha servido. Novela los lances y avatares de un diplomático que bien cubierto de su rodela… lanza en ristre, arremetió a todo el galope contra las aspas de la ominosa corrupción política para la que trataban de reclutarlo.

El Poder trata de imponer una versión sesgada del pasado de España sobre la que construir una versión manipulada del presente. Bajo el eufemismo de una recuperación de la memoria histórica busca implantar una suerte de amnesia selectiva, y colectiva, que desemboque en el imperio de la posverdad. Este libro pretende ser un testimonio de cómo vio aquella historia alguien que tuvo ocasión de vivirla. Paralelamente, denunciar a los que manipulando, con las herramientas del Poder, la memoria de lo que fuimos persiguen adueñarse de la conciencia de lo que somos y conseguir que seamos lo que quieran que seamos.

“Se trata de una novela innovadora, rompedora de los goznes de la hodierna novela española que introduce en el vaso de un relato apasionante una certera visión de la España de deconstrucción cultural que nos ha tocado vivir. Retorna al protagonista de El Cónsul General, Jerónimo Tamariz, conde de Tezío. Va de espionaje predominante cibernético y de diplomacia híbrida. Reúne los tres elementos mollares de una gran novela: una profundidad de visión desde un weltenschaum personal muy en la línea de la novela rusa del siglo XIX. La inmersión del lector en el paisaje-ambiente al estilo de la inglesa de principios de siglo XX y el imperio aherrojante del story telling americano. En no menor medida, va de esa lucha cruel del sexos y de géneros que tantas víctimas está dejando. Todo ello enmarcando a los tres elementos que garantizan el éxito de una novela: amor, intriga y misterio. Un relato en el que se suceden los encuentros y desencuentros amorosos fruto de condicionantes psicológicos asumidos en los albores de la vida de los protagonistas. Una intriga que culmina en conflictos legales y en la apasionante liturgia de los tribunales de justicia. Un misterio, tan propio de las arcanas instancias de la diplomacia de siempre matizada por el poder blando, y no tan blando, de nuestros días.” Del Diario EL ESPIA DIGITAL